Nombre: Natalia Kay Sulantay Teague.Edad: 14 años.
Región: de Coquimbo.
Disciplina: Voleibol.
Sueño: “Ser seleccionada chilena y viajar. Titularme algún día como doctora”.
Natalia lleva el deporte en la sangre y basta conocer su apellido para darse cuenta el por qué: Sulantay. Nieta de quien fuera director técnico de la Selección Chilena Sub 20 en dos torneos mundiales (Holanda y Canadá), hija de padre loco por el fútbol (Marcelo) y hermana de Lucas, que con 8 años no se despega por ningún motivo de la pelota, Natalia también jugó fútbol, pero pronto lo dejó por el voleibol.
Ella explica sus razones: “Nací en Seattle, Estados Unidos, y a Chile me vine de 8 años. Allá jugaba fútbol porque entre las mujeres está muy, muy desarrollado. Cuando me vine a Chile me di cuenta que no era así, pero como me gusta el deporte, derivé en el voleibol. Y no me arrepiento. Me encanta”.
Dice que no le costó nada aprender el español. Estudia en el Colegio Santa Marta de Coiquimbo y su sueño es ser doctora algún día. Por cierto, también tiene sueños relacionados con el deporte.
Cuenta: “Estuve en la Selección Chilena, pero me llamaron a reforzar el equipo de voleibol Providencia y no lo dudé. Era muy atractivo jugar en un club que siempre tiene competencia, y de buen nivel. Pero no pierdo las esperanzas de que algún día vuelvan a llamarme a la Selección. Quiero ir a torneos internacionales. Quiero viajar harto, conocer países. Con 14 años todavía, creo que tengo derecho a soñar, ¿verdad?”.
Ella explica sus razones: “Nací en Seattle, Estados Unidos, y a Chile me vine de 8 años. Allá jugaba fútbol porque entre las mujeres está muy, muy desarrollado. Cuando me vine a Chile me di cuenta que no era así, pero como me gusta el deporte, derivé en el voleibol. Y no me arrepiento. Me encanta”.
Dice que no le costó nada aprender el español. Estudia en el Colegio Santa Marta de Coiquimbo y su sueño es ser doctora algún día. Por cierto, también tiene sueños relacionados con el deporte.
Cuenta: “Estuve en la Selección Chilena, pero me llamaron a reforzar el equipo de voleibol Providencia y no lo dudé. Era muy atractivo jugar en un club que siempre tiene competencia, y de buen nivel. Pero no pierdo las esperanzas de que algún día vuelvan a llamarme a la Selección. Quiero ir a torneos internacionales. Quiero viajar harto, conocer países. Con 14 años todavía, creo que tengo derecho a soñar, ¿verdad?”.
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